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ciclo menstrual y piel

Cómo afecta el ciclo menstrual a tu piel y cómo cuidarla en cada fase

¿Sabías que la mayoría de los estudios clínicos se realizan con hombres porque el ciclo hormonal de las mujeres es mucho más complejo? Eso hace que muchas vacunas o medicaciones tengan efectos secundarios adversos en mujeres porque no se contemplaron en las fases de estudio. También nos demuestra la enorme influencia que tiene el ciclo menstrual en cualquier área de nuestra salud y la de la piel no es una excepción.

Uno de los cambios en nuestra piel relacionados con los cambios hormonales más visibles es el acné pero no es, ni de lejos, el único. A lo largo del ciclo menstrual la piel también sufre alteraciones más allá de los días previos a la regla. Por esta razón, conocer qué ocurre en nuestra dermis en cada fase del ciclo es necesario para tratarla con los cosméticos adecuados. 

Fases de la menstruación

Para empezar, conviene mencionar a un gran conocido por muchas de vosotras: el síndrome premenstrual (SPM). Según un informe de la Revista Matronas, entre el 20% y el 40% de las mujeres tienen síntomas premenstruales durante la fase lútea -la previa a la menstruación-. A su vez, de ese porcentaje se obtiene otra cifra decisiva: entre el 5 y el 8% sufren de síndrome premenstrual, llegando a presentar síntomas incapacitantes (4,8%). 

Así que, te incluyas o no en ese colectivo, ponemos la mano en el fuego a que durante el preludio de la menstruación has sentido en alguna ocasión ansiedad, episodios de llanto, cambios de humor constantes, antojos de comida, insomnio, problemas de concentración, alteraciones en la libido, dolor muscular, migrañas, una mayor retención de líquidos, sensibilidad en los senos, brotes de acné, estreñimiento/diarrea o una mayor susceptibilidad ante el consumo de alcohol. 

Aunque se desconoce la razón por la que algunas mujeres son víctimas de este síndrome mientras otras apenas se percatan de cuando van a recibir su aviso biológico mensual, se cree que las variaciones hormonales -principal detonante de las espinillas-, la disminución de serotonina (neurotransmisor y hormona de la felicidad) y la depresión son factores que están estrechamente ligados al SPM. ¿Pero qué ocurre en nuestra piel durante el resto de fases menstruales?

– Fase folicular: es el período que transcurre entre el fin de la menstruación y el comienzo de la ovulación (abarca entre 12 y 14 días). Podríamos decir que es la fase en la que más radiante y elástica luce nuestra piel. Esto se debe a que los altos niveles de estrógeno en nuestro cuerpo hacen que la piel esté más hidratada. ¿La ventaja? La piel necesita menos cuidados. 

– Ovulación: suele darse el día catorce antes de tu próximo período. Tu piel lucirá radiante los cinco días posteriores, hasta que los niveles de testosterona y estrógenos -que alcanzan su pico en esta fase- disminuyan. Debido a que la hormona luteinizante incrementa la sensibilidad de la piel, debes prestar más atención a tu rutina de limpieza, de esta forma evitarás futuros granos menstruales. 

– Fase lútea: bienvenida síndrome premenstrual. Después de la ovulación y hasta la menstruación, solemos notar nuestra piel más grasosa. ¿La razón? Unos niveles menores de estrógenos y un aumento considerable de la progesterona, hormona que activa las glándulas sebáceas. Estos granitos suelen posicionarse en el mentón. No hay que olvidar que la genética, la exposición al sol o productos cosméticos inadecuados también fomentan la aparición de acné.

– Menstruación: la regla nunca viene sola, y la irritabilidad y la sensibilidad son sus inseparables compañeras cutáneas. Aunque la bajada de los niveles de estrógeno y progesterona hacen que la dermis se encuentre más delicada, también se tornará más mate. En el caso de que sufras dermatitis atópica, psoriasis o acné, estas patologías pueden verse empeoradas durante esta fase.

¿Cómo cuidar la piel en cada fase?

El primer paso para otorgar a tu piel los tratamientos que merece y necesita es identificar de qué tipo es: normal, deshidratada, grasa, mixta o sensible. La edad que tengas también influye, pues con los años, aparte de generarse arrugas, la dermis también tiende a la hiperpigmentación y a la sequedad. Por lo tanto, si tienes una piel grasa, no percibirás igual la sintomatología de la fase lútea que otra persona con la piel más seca, quien, en cambio, tendrá que hidratarla más durante los días de regla. Dejando a un lado las características genéticas de cada una, existen ciertos matices de interés compartido:

1. Los protectores solares y una correcta hidratación son los pilares para mantener la belleza natural de nuestra piel en la fase folicular, durante la cual se produce un festival de estrógenos -relacionados con el colágeno-. Además, si usas anticonceptivos orales, deberías tener en cuenta que potencian la aparición de manchas marrones. 

2. Cuando se acerque la ovulación deberás evitar los productos aceitosos -que obstruyen los poros- y sustituirlos por composiciones acuosas.

3. Durante la fase lútea, llevar a cabo una rigurosa limpieza para controlar la aparición de granos es clave. ¿Tu mayor aliado? El exfoliante.  En cuanto a maquillaje, no hay problemas en que utilices, aunque cuanto menos obstruya los poros mejor. Precisamente por eso en Saigu todos nuestros productos los hemos hecho ligeros y con más de un 99% de ingredientes naturales. En cuanto a la ingesta, deberías evitar la cafeína y los azúcares refinados, ya que son inflamatorios.

4. La menstruación exige que nos apliquemos cosméticos que no irriten nuestra piel, pues, como hemos explicado, durante esos días se encuentra más sensible. A su vez, tratar de equilibrar el pH de la piel es imprescindible. ¿Cómo? Evitando enjabonarse más de la cuenta, los baños de agua excesivamente caliente, evitando el estrés, controlando la exposición solar, durmiendo las horas necesarias, practicando deporte y cuidando la alimentación.

Sincronizar las rutinas de cuidado de la piel con el ciclo menstrual no solo hará que nos encontremos más cómodas con los incontrolables cambios hormonales y más satisfechas con el estado de nuestro cutis, sino que además nuestro yo del futuro nos lo agradecerá. 

2 comentarios

Rocío

¡Artículo muy interesante y útil! :)

Marisa

¡Una publicación muy interesante! Gracias por compartirla.

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