Bronzer

Nos hemos pasado horas y horas con su formulación para dar con el tono perfecto. Uno que no fuera ni demasiado naranja, ni demasiado rojizo ni demasiado gris. El resultado es un bronzer que recrea un bronceado super natural que le aporta frescura y vitalidad a la piel en cualquier época del año.

Nos encanta su textura porque:

• Es cremosa, pero cero grasa (mejillas jugosas sí, pero brillantes no)
• No deja nada de parches al aplicarlo, y se integra muy bien
• Es como si no llevases maquillaje y el bronceado tostado fuera real.

Y también huele a vainillita dulce. Que eso siempre suma.

Al utilizar la base de maquillaje, la piel pierde sus volúmenes naturales. Unos toquecitos de bronzer resaltarán las zonas de tu cara en las que de forma natural se ponen más morenas cuando les da el sol.

• Aplica con los dedos, con esponja o con brocha. Aunque te recomendamos usar brocha o esponja porque te permitirá modular el tono y difuminarlo mejor para que se integre creando un halo de color uniforme y natural.

• Úsalo en las mejillas, puente de la nariz y parte alta de la frente. También puedes sombrear tus párpados para darle más dimensión a tu maquillaje y conseguir un efecto sunkissed rápido.